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El final de «Perdidos»

Hace un par de horitas que «Perdidos» ha llegado a su fin… y con la resaca de no haber dormido nada en toda la noche,  escribo este post para contaros que a mi, este final, me ha gustado mucho. Es muy difícil acertar cuando se trata de una serie tan larga, compleja y con tantas expectativas creadas… al final, mi interpretación, es que se trata de una producción de carácter bastante metafísico, que nos habla de grandes valores y dilemas existenciales como el bien y el mal, la justicia, la amistad, el valor del amor por encima de la propia vida, etc. etc. … recuperando una mirada muy propia de los antiguos filósofos, que no acababan de interpretar de manera exacta la realidad que los circundaba. Tal como hizo Platón, con su mundo de las ideas o Descartes con su «duda metódica», los personajes, y sobre todo ese sublime Jack, evolucionan y crecen a través de diversas teorías y maneras de entender su realidad…
Un happy end, sin serlo… historias de amor y muy humanas, recuperadas o contenidas. Pero sobre todo, y creo que esto podría ser una opinión unánime, las historias de unos personajes que hacía seis años formaban parte de nuestras vidas. Con ellos hemos recordado y nos hemos paseado por todas esas escenas y guiones que nos han hecho disfrutar cada segundo de la serie… desde el magnífico casting, sus efectos (al más puro estilo «tradicional»), maquetación y esa música tan especial que ya nunca más borraremos de nuestras neuronas.
Creo que hoy todos nos hemos ido un poquito con la serie, con ese Jack acompañado de Vincent (y no del protagonista acompañado «por un perro», como narraban en el matinal de Cuatro… ). Nos hemos planteado un poco esa incógnita, que siempre apartamos, sobre cómo será el momento en que morimos. Por supuesto, tal como plantean los guionistas de la serie, tal vez seamos capaces de crearnos una realidad en la que nos acompañen todas esas personas que han pasado y nos han aportado tanto en vida, para sentir que todo ha merecido la pena en esos últimos segundos lúcidos.
Para saber más sobre el tema: http://leyendoenalto.blogspot.com/2010/05/perdidos-ahora-hay-que-seguir-adelante.html  , acertada visión de este final desde Cuatro:  http://blog.cuatro.com/perdidos/2010/05/the-end-el-mejor-final-posible.html
Una serie sublime donde las haya, que no solamente nos ha ofrecido ficción y entretenimiento,  si no que nos ha brindado batallas metafísicas y duda metódica casi hasta el final de su existencia.

Y ahora, qué???

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El desencanto

Hace un par de días me he deleitado con una sesión digna de aquellas primeras veces en que uno tiene una extraña sensación al sentarse delante de la tele a ver varias horas seguidas «Lo que el viento se llevó» o «2001». Dediqué una tarde de mi vida a ver y analizar las dos partes del documental cinematográfico de «El desencanto»… una narración en primera persona sobre la estela de la familia Panero, viuda y tres hijos del fallecido poeta Leopoldo Panero, considerado el poeta oficial del régimen.
En el momento de su estreno, la primera parte de «El Desencanto»  no dejó indiferente a nadie. Según el testimonio del propio Michi Panero, las reacciones hacia su familia pasaron desde el rechazo y censura más absoluta a la fascinación por parte de otros. Quizás lo más vanguardista para una época, entre el 72 y el 76 cuando la sombra del tardofranquismo estaba aún presente, es el ver cómo una familia pertenenciente a la burguesía rompía los límites entre lo público y lo privado, contando su historia familiar con una naturalidad y sentido del humor que no deja indiferente al espectador. Quizá una historia más frecuente de lo que creemos, una historia presente un muchas de nuestras familias y corazones… pero no por ello, menos trágica y amarga. Para muchos, paradigma de la España franquista, años más tarde,  el fiel reflejo de un complejo sistema de relación familiar y un documento existencialista en el que la psicología y psiquiatría retratan el periplo vital de sus miembros.
Todo ello con el privilegio que otorga al espectador el poder hacer balance en la segunda parte «Después de tantos años» … que coloca a sus personajes 20 años más tarde, observando cómo las tendencias de juventud de cada uno acabaron siendo una pesada carga en la adultez.
Pero… por qué el «Desencanto»??? En palabras del propio Michi, el desencanto es esa sensación vital que le ha acompañado hasta su muerte, salvo en 4 ó tal vez 5 frágiles ocasiones en las que el «encanto» se ha abierto paso… la angustia, el aburrimiento, el hastío de vivir la vida que nos ha tocado…
La verdad es que a mi me ha gustado mucho más allá de este carácter trágico del existencialismo. Es un imprescindible para personas a las que interese la psiquiatría,  la psicología sistémica , la literatura e incluso, el arte, ya que los diferentes miembros son… en cierto modo, artistas e intérpretes de su propia tragedia humana.
Bufones, performistas prematuros, esperpénticos, edípicos… profundos, sinceros, analíticos o de una inteligencia sensible e incluso sobresaliente, analizando aquello que les ha tocado vivir.


Largo e intenso, pero muy recomendable!
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2001: A space Odyssey. Mi revisión de un clásico

Cómo se nota que llueve en Valencia, no se puede salir a la calle!  Y uno piensa… qué mejor que «trastear» en Internet, actualizar blogs y aprovechar para ver viejas pelis…
Ayer recuperamos el clásico de Kubrick;  «2001», una película no apta para «culos inquietos» ni  adictos al más puro cine de acción, pero una joya cinematográfica en muchos sentidos. Una fotografía espléndida, unos efectos especiales que todavía te hipnotizan 40 años después y una historia inquietante de suspense ,  que bucea hasta los confines de la evolución humana y el sentido de la vida y el universo.
Os recomiendo volver a verla,  años más tarde… a mi me la ponía mi padre de pequeña y me moría del asco casi tres horas (sobre todo porque no estaba adaptada a mi edad), pero estoy convencida, años más tarde, de que una gran parte de mi fascinación por la astronomía, por una estética especial que hoy en día todos reconocemos y  por una imagen recurrente de la Luna y  la Tierra vistas «desde fuera» se las debo a este Kubrick visionario, sobrio, elegante y futurista, a la vez que al contacto con la película a tan temprana edad.
Reflexión profunda sobre la inteligencia artificial, historia de suspense e imprescindible film para estudiantes de Imagen y Sonido. Un clásico que permanece en la cúspide de la ciencia ficción 40 años más tarde.
Ahhh… casi lo olvido, todo ello acompañado por una memorable banda sonora que no traslada a una intemporalidad plagada de majestuosidad y calma hasta el punto de pegarnos al televisor hasta mucho después de finalizar los «créditos».